Todos
los seres humanos experimentamos a lo largo de nuestras vidas momentos tristes,
de desolación, soledad, etc. Y cada uno lo afronta como puede o como se lo
dicen. El que no tolera la frustración llora, grita, agrede y toma como opción
las salidas “MÁS FÁCILES” aparentemente como el alcohol y otras sustancias
ilegales como las drogas.
Desde
antes del siglo 20 nos interesa mucho la moda, la diversión, el modelaje y todo
lo que esto acarrea, creando en los jóvenes y adolescentes la alienación, y
¿Qué implicancias Y CONSECUENCIAS tuviera que ver esto? Que ya no somos
nosotros mismos sino deseamos ser la modelo famosa y sumamente delgada
(sinónimo de belleza) y para eso realizamos múltiples dietas. Visitando
doctores que prometen bajar esos kilitos de mas, dándonos pastillas
aparentemente inofensivas pero que crean dependencia por su uso excesivo o
incluso píldoras compuestas de anfetaminas; a su ves nos dañamos creándonos
trastornos alimenticios como la anorexia y bulimia (tanto en hombres como
mujeres) que tiene como termino la muerte o una depresión profunda y no yéndome
a los extremos una depresión leve y ansiedad que las solucionamos tomando
éxtasis, heroína alcohol o tabaco.
Por
otro lado esto no esta muy lejos de la violencia que como “cultura machista”
hemos vivido por mas de 50 años, quién no se ha visto inmiscuido en ella; sea
siendo violentado u observando como los padres golpean a sus hijos y esposas, o
quizá la negligencia dejando a niños menores de 10 años solos en las calles
teniendo como ejemplo a los mas grandes que les enseñan a aspirar terokal.
Creando en el joven también el consumo de cocaína, marihuana, alcohol entre
otros, para escapar de los problemas que tiene.
Eso
me lleva a pensar ¿hasta que punto el ser humano puede caer? o ¿cuan
concientizados y sensibilizados estamos
del problema nosotros como sociedad?; porque la información la encontramos de
diversas maneras desde spots publicitarios hasta búsquedas en internet,
información propuesta por los ministerios de salud, educación, trabajo entre
otros, que nos bombardean de conocimiento. Pero ¿lo entendemos?, ¿lo
analizamos?, como usamos esa información quizá un punto importante en estos
programas dirigidos a los adolescentes, jóvenes y niños les falta algo, quizá
no han evaluado los pre-requisitos para que las personas se alejen y tomen
conciencia de las implicancias de entrar en el mundo de las drogas. Tales como
solución de conflictos, toma de decisiones, comunicación asertiva, conocimiento
de los derechos humanos o quizá unas de las mas simples pero mas importantes
como el autoestima de la persona y la familia.
En conclusión como no hablar de drogas
o técnicamente conocidas como Sustancias Psico-Activas si cuando miramos a
nuestro alrededor estamos tan familiarizados que ni nos sorprende y como
comunidad nos cruzamos de brazos es por ello que propongo no solo dar
información sino concientizar y sensibilizar a los adolescentes que están cara
a cara con el problema, sino actuar de forma multidimensional como lo ha
querido hacer el estado con su trabajo desde las escuelas, las familias, la
comunidad y los programas deportivos gratuitos sino también agregar la
evaluación de pre-requisitos ya sugeridos con anterioridad y tomar en cuenta la
alimentación puesto que podría ser una de las piedras que no permita al joven y
niño entender y analizar la información dada.